Las claves para proteger el rostro de la radiación solar

6 de diciembre de 2018

Las claves para proteger el rostro de la radiación solar

 

 

La piel del rostro merece especial atención a la hora de protegerla de las radiaciones solares.

ALBA TARRAGO, BARCELON

12/06/2018 13:57Actualizado a21/06/2018 0

Llega el verano y con él las largas jornadas de playa y piscina bajo el intenso sol. Una vez más, es importante recordar la importancia de protegernos de la radiación solar y evitar las horas de mayor intensidad.

La piel es la parte del cuerpo más expuesta a los rayos, por lo que las cremas de protección solar no solo se convierten en un buen aliado sino en algo obligatorio para las vacaciones. Pero este producto no se debe ser concebido tan solo como un accesorio más de nuestro look playero, sino que es recomendable incorporarlo a nuestra rutina de belleza.

 

Según el Doctor Romero, dermatólogo de la clínica Epidermos en Barcelona, “es aconsejable llevar protección durante todo el año”, ya que por poco que vayamos a la playa estamos expuestos al sol constantemente. Aun así, asegura que hay que ser flexibles: “si te levantas por la mañana y vas de casa al parking, del coche a la oficina y pasas ahí todo el día no es necesario”.

Ahora bien, Romero apunta que aquellas personas con “un problema de piel, como sensibilidad al sol u otras fuentes de luz, que puedan estimular la producción de pigmento“sí que deberían aplicarse protección solar incluso en invierno. Pero, realmente, “si tienes una piel sana y sin problemas, ni te expones al sol directamente, no hace falta”. El dermatólogo alerta que “el sol se va acumulando y es importante protegerse por temas de salud”, ya que, al fin y al cabo, “la salud y la belleza son lo mismo”.

Según el especialista, “la radiación solar acelera el proceso de envejecimiento de la piel, por lo que da lugar a manchas, arrugas o rojeces, e incluso puede provocar que la piel se vuelva más gruesa y pierda luminosidad”.

En cuanto a las pieles con tendencia a acné, Romero aconseja también llevar protección solar con tal de evitar que “las marcas de los granitos se vuelvan más oscuras”. En su caso, el producto debería ser “fluido y libre de aceites” para no obstruir los poros y empeorar así el estado de la piel. Tanto para unas como otras, el dermatólogo advierte que grado de protección debe ser de al menos factor 30, aunque él apuesta por un SPF 50+ siempre que sea posible.

 

Aunque haya cremas hidratantes que lleven incorporado el factor solar, Romero prefiere optar por dos productos separados, cada uno destinado a su función. “Lo que va a equilibrar la piel va a ser la crema hidratante, mientras que el protector solar defiende la piel de la radiación”, asegura, pero entiende que hay que adaptarse a las necesidades del paciente y ofrecer productos que combinen ambas finalidades.

El doctor apuesta por comprar productos elaborados por los mismos centros médicos, como el suyo, ya que ofrecen “una cosmética mejor”. Pero en cuanto a protección solar, Romero admite que “cualquier crema que cumpla los requisitos” dará los resultados deseados y aconseja “comprarla siempre en farmacia” como garantía de que cumpla la normativa.

Según el laboratorio farmacéutico Mesoestetic, con sede en Barcelona, “en algunos casos, los efectos del sol en la piel son positivos”, pero también pueden inducir “a la pigmentación y producir alergias y envejecimiento prematuro e incluso generan daño a nivel celular”.

Desde el centro aseguran que ”la piel cuenta con sistemas de defensa ante la radiación solar, como la producción de melanina o la liberación de sustancias antioxidantes”. Aún así, añaden, “no tiene capacidad para filtrar, de forma natural, todos los efectos que la exposición puntual o acumulada genera en la piel”, por lo que es necesario un cuidado extra cuando la exposición solar es mayor.